domingo, 31 de marzo de 2024

La Sisifemia: El mal del perfeccionista

Tiempo atrás escribí sobre el empleado que piensa que va a heredar la empresa y, la verdad, es que redes sociales bastantes personas me habéis comentado que en vuestra empresa hay algún que otro compañero cuya personalidad es un calco a la del “famoso influencer” Llados.

Si bien es cierto que abundan estos personajes por el mundo, hoy vengo a hablaros de la Sisifemia, un mal que padecen los trabajadores que buscan el perfeccionismo en su trabajo.

El trabajador que padece de sisifemia, a diferencia del esquirol del que hablé hace unas semanas, no busca heredar la empresa ni el placer de ser recompensado por su jefe, simplemente tiene una obsesión con la perfección.

Foto generada por IA. Trabajador agobiado por exceso de trabajo.

Aunque parezca mentira, como Técnico PRL os puedo asegurar que, si bien es cierto que cada trabajador debe realizar su trabajo con diligencia y seguridad, el acto de autoexigirse hasta el agotamiento no es algo que sea positivo, y menos si ese esfuerzo es diario.

Aquellos trabajadores que padecen de sisifemia son fácilmente reconocibles:  Son aquellos que no se despegan del escritorio hasta que no acaban el trabajo y, cuando lo acaban, son incapaces de desconectar pues en sus siguientes tareas siempre estarán pensando en cómo pueden perfeccionar lo que han hecho previamente. Parece, a simple vista, un trabajador aplicado y diligente, sin embargo, la carga mental que padecen es demasiado elevada.

Cuando he tenido que realizar actuaciones en empresas en las que existen trabajadores que padecen de este trastorno, siempre que he profundizado con el trabajador afectado he sacado en claro que la sisifemia viene por tres razones bien diferenciadas pero siempre presentes:

    • Sentimiento patológico de ser improductivo.

    • Incertidumbre laboral.

    • Falta de coordinación de tareas entre el empresario y/o mando inmediato con los trabajadores.

Los dos primeros puntos están íntimamente relacionados entre sí: El trabajador teme que le echen por no ser suficientemente productivo y, si le echan, ¿Qué empresa le contrataría? 

En lo que respecta al tercer punto, gran parte de la problemática asociada a lugares de trabajo donde hay trabajadores que padecen este trastorno es la falta de feedback, tanto del mando superior como del empresario, respecto a las tareas que realizan los trabajadores. Esto causa en los trabajadores un sentimiento de inseguridad, incertidumbre, desamparo y que, en el caso de los trabajadores que padecen de sisifemia, se expongan a una carga mental inasumible.

¿Soluciones? En realidad, la solución más sencilla -como casi siempre-, es la mejor: Convencer al empresario de que existe un problema -porque, hacedme caso, es difícil convencer a un empresario que su trabajador más eficiente tiene un problema- y hacerle entender que tiene que darle más garantías al trabajador de cara a su futuro y carrera profesional, es decir, mantener un feedback que permita al trabajador sentirse productivo sin tener que someterse a un estrés descabellado.


           

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